UN ASTRO YA PERDIDO
2023-03-19
Galel Cárdenas
…a mi padre Dionisio Cárdenas
A cincuenta años de su muerte…
Padre: ya todo está lejano inserto en la bruma
Eres solamente ni siquiera un recuerdo
Nada de ti me sobrevive
Estas allá o aquí no sé donde
parece que la niebla te ha convertido
en una partícula de sí misma.
Padre, te hablo con franqueza
Que no acudes a mi memoria
Pero si puedo decirte
Que en algunos sueños
Ha sido una recurrencia
No sé por qué ni siquiera
Sé el significado de tu imagen
En esos sueños truculentos
Que se me arremolinan mientras duermo.
Lo que sí puedo confesarte
Es que al despertar me he sentido limpio
Fresco o radiante, animoso y claro.
De ti me quedan viejos recuerdos
De la infancia en algunos lugares
Donde anduvimos caminando
No sé con qué fin de la vida
De esa existencia que se va desmoronando
Se va resbalando como un alud indetenible.
Sí. La vida padre, la que me diste como un dios
Creador omnipotente, pero a la vez
Sencillo y parco en las alamedas del paso a paso
Como dice Quevedo
“¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh, muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!”.
Padre, solo puedo hoy en este marasmo irreversible
Escribirte estas líneas donde pondero
Tu luz apagada como un punto lejano
Donde habitas por hoy mientras existo
Y cuya claridad será un astro ya perdido
En el cosmos donde solo existe el vacío imperecedero.